domingo, 15 de marzo de 2009

Rápida Reflexión sobre el Capitalismo Actual


Bueno, esta es la primera entrada del blog, y como es bien sabido, los inicios siempre son difíciles. Así que para no cagarla, y por miedo, quizás, a la responsabilidad, le he pedido opinión a mi compañero David sobre el primer tema del blog, es decir, el tema de la presente entrada.
Después de exponerle los temas que me interesaba tratar, eligió algo así como: "crítica al actual sistema capitalista", así que nada. Hoy analizaré por encima (pues obviamente, este es un tema cuanto menos, extenso), las consecuencias y, en menor medida, el funcionamiento de este sistema tan arraigado en la gente y que tantos dolores de cabeza me causa.

Lejos de hacer un análisis formal (lo que quizás algunos usen para desacreditarme), que ya estamos hartos de ver y en cualquier rincón de la biblioteca o de la red podemos encontrar, intentaré dedicarme más a lo que genera este sistema.
Y es que si algo hace este sistema, es eso, generar. ¿Que qué genera? Pues genera hambre, miseria, odio, decepción, guerra, muerte y riqueza. Sobre todo, riqueza.


La riqueza como tal, no debería ser un problema, y ese es el problema, que sí que es un problema. Disculpen el juego de palabras si no lo entienden, pero lo cierto es que el problema, es que la riqueza actual es un problema, cuando debería ser todo lo contrario.
No sé ni me he planteado si toda la tierra alberga y tiene posibilidad de mantener a toda la población mundial, refiriéndonos alimento. Pero partiendo de que esto no fuera así, y que la comida fuese un bien que no alcanza a abastecer a toda la población (lo cual creo -y supongo que todos creemos-, no es así), nada ni nadie determina -o debería determinar- a quien le pertenece la comida.
Y más es esto así, cuando aquél que se ve con poder para juzgar estos temas, tira la comida -que es la riqueza del capitalismo-, hacia sí mismo.
Así, el capitalismo no intenta que todo el mundo coma para sobrevivir, sino que mejor que unos mueran, para que otros coman más.
Esto sería noble, si el que no come, lo decidiera por sí mismo. Pero cuando es una imposición, pasa de noble a innoble (Acabo de tener un Dejá Vù, jeje)

Supongo que sería poco correcto, culpar de lo que nombré solamente al capitalismo. Y es que este actual capitalismo, es nombrado globalización neoliberal.
¿Y que es esto? Esto es que un niño chino muere a golpes por no coser bien el signo Nike en unos pantalones. Y que el resto de niños, ganan una miseria que llevan a casa (pongamos 3 dólares la jornada), juntan con las miserias del padre y demás hermanos, e intentan sobrevivir, mientras esa prenda de ropa, vale 40 dólares. Cabe aclarar que la razón de trabajo no es 1 jornada-1 pantalón. Por supuesto, en una jornada se generan muchísimos pantalones, que generan muchísimos dólares, de los que el niño no olerá más que tres.
La globalización neoliberal, también implica la muerte de niños africanos mueran en minas, o en guerras, que en definitiva, son lo que son para lo mismo, generar dinero.
Por supuesto hay otros valores y otros muchos matices, pero cuando se nombra esto, y existen estos hechos, todo lo demás sabe a poco. Y los defensores de estos sistemas asesinos, deberían entender que el asesinato -mucho más allá de leyes-, significa quitar la vida a otra persona, y que si tú haces esto, eres un asesino, y como tal, debes pagar.

Y esto, llevado a la política, nos obliga a hablar de la complicidad de los países con los asesinos, o lo que es peor, la catalogación de los países como asesinos.
Hoy en día, las guerras por la liberación no existen, estas guerras no son guerras, son levantamientos de grupos terroristas.
Actualmente las guerras son producto de los países desarrollados, vendidos al sistema que aquí critico, y que lo único que desean es más riqueza, lo que genera más desigualdad.
¿Qué guerras nos suenan últimamente? (Marco en negrita al poderoso) Israel-Palestina, Rúsia-Georgia, EEUU-Irak, por citar algunos casos.

Nada se cuenta de guerras de liberación como podrían ser las que llevan a cabo la IRA, la ETA, las FARC, o las decenas de guerrillas que hay dispersas por África y Ásia. ¿Por qué? Por que estas guerras interesan a un pueblo que, de ser libre, restaría riqueza a otro mayor.
A eso se le llama Opresión.
No voy a entrar a debatir si estos grupos son o no son legítimos o lícitos, morales o amorales, si sus reivindicaciones las llevan a cabo de buena o mala manera, y por supuesto, no voy a darles mi apoyo (entre otras cosas porque en nada me concierne), pero lo que es una verdad, es que estos grupos están en guerra con otros grupos, llámalos países, estados o territorios, como a buen saber son Irlanda, España, Colombia.
El problema es que el hombre tiene una clara decantación hacia la paz, y si te muestran estas guerras como tal, la población se alzaría para buscar la pacificación del conflicto. Y eso haría peligrar los intereses de la nación con más poder.
En el caso de las guerrillas africanas, la lucha es contra unos países que en su mayoría son régimenes autoritarios. Aquí no hace falta ni argumentación. Autoritarismo genera la necesidad de un ataque directo contra el opresor. Nadie entrará a discutir esto, ¿verdad?
¿Nunca os habéis preguntado como es que todos los países se revolucionan para conseguir mejoras, menos estos?
La razón es parecida a por qué cuando en algun país de Latinoamerica se olía un poco a revolución, EEUU ponía allí un dictador.

Se acepta como axioma, sin serlo, que para que unos vivan bien, otros deben vivir mal. O si no se acepta como tal, se hacen oídos sordos y se ponen vendas en los ojos, con tal de no ver esta clara descompensación y desigualdad.

A parte de esto ya más que debatido por otras gentes mucho más cultivadas que yo en el tema, aclarar la más que evidente infructuosidad de un sistema que, cada diez o veinte años, degenera el bienestar en crisis. Esto es evidente para cualquier economista. El capitalismo tiene ciclos. Si estás viviendo en una etapa de bonanza económica, guarda esos dineritos, porque en breves va a llegar una crisis. Y por desgracia, las crisis duran más que las bonanzas.

Esto no tiene por que ser así. En definitiva, eso es lo que quería comentar.



Me dejo mil cosas en el tintero, por lo que próximamente, introduciré una nueva entrada con este mismo tema, ya que es un objeto de debate y de análisis que necesita largo tiempo.

Salud!

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